El gemelo digital de la Tierra que actúa como una ‘Alexa climática’

La Comisión Europea acaba de terminar la primera fase de un proyecto que parece sacado de la mismísima Black Mirror. Se trata de Destination Earth, un gemelo digital de la Tierra que supervisará, simulará y predecirá la interacción entre los fenómenos naturales y las actividades humanas, teniendo muy en cuenta la influencia del cambio climático.

Con esta simulación no habrá excusa a la hora de realizar ciertas actividades, pues se podrá saber de antemano cómo afectarían al bienestar del planeta y de la sociedad. Además, el modelo incluye un asistente virtual que se comunica con el usuario de un modo similar a como lo hacen Alexa o Siri. Bastaría con preguntarle al gemelo virtual cuáles serían las consecuencias de una acción determinada. A continuación, este contestaría tras generar un gran número de posibles escenarios, teniendo en cuenta los datos disponibles. 

Incluso para quienes prefieren pensar antes en la economía que en el planeta, Destination Earth supondría igualmente una ventaja. Y es que podría ayudarles, por ejemplo, a saber si es bueno invertir en la construcción de un hotel o si en el futuro el cambio climático afectará al tránsito de turistas en esa zona. Son todo ventajas con este proyecto al que aún le quedan unos años para ponerse en marcha, pero que ya está empezando a avanzar a muy buen paso.

Un gemelo digital que acabará con todas las excusas

Destination Earth es un proyecto de la Comisión Europea, desarrollado en el marco del Acuerdo Verde y la Estrategia Digital de dicha entidad.

Con él, pretenden poner los últimos avances de la inteligencia artificial europea al servicio del planeta, de tal manera que se puedan utilizar los datos existentes sobre los efectos del cambio climático y los fenómenos meteorológicos extremos para analizar tanto su impacto socioeconómico como las posibles estrategias de mitigación. 

Los responsables del proyecto han insistido en todo momento en que este no sustituirá a Copernicus, sino que beberá de él. Copernicus es el actual Programa de Observación de la Tierra de la Unión Europea. Su objetivo es recoger la mayor cantidad posible de datos satelitales del planeta. Así, al ponerlos en conjunto con los extraídos de las estaciones meteorológicas terrestres, sirven para estudiar la evolución del clima y los cambios ambientales del planeta.

En los informes publicados regularmente por los miembros de Copernicus se puede ver un análisis exhaustivo del clima europeo, pero también de otras partes del mundo. Esto es importante, ya que los datos climáticos se analizan mucho mejor de forma global.

El verano del hemisferio norte de 2024 será más cálido de lo normal con un 70 % de probabilidad

Por poner un ejemplo, el último informe de Copernicus reveló que el verano del hemisferio norte de 2024 será más cálido de lo normal con un 70 % de probabilidad. Teniendo en cuenta que en el verano de 2023 se batieron muchos récords preocupantes, esta predicción es bastante alarmante. Para saber esto y mucho más, Copernicus debe seguir en marcha. No obstante, en unos años podría trabajar junto al gemelo digital del proyecto Destination Earth.

Por otro lado, además de Copernicus, Destination Earth se nutrirá de datos procedentes de la Agencia Espacial Europea (ESA), el Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio (ECMWF) y el conglomerado de satélites EUMETSAT.

Los ordenadores más potentes del mundo, al servicio del planeta

Lógicamente, un proyecto como el de Destination Earth no puede llevarse a cabo con un ordenador cualquiera. Para la construcción de este gemelo digital de la Tierra se utilizarán los mejores ordenadores HPC. Estas son máquinas de computación de alto rendimiento, capaces de proyectar cantidades masivas de datos y resolver problemas complejos. Se utilizan sobre todo para ejecutar algoritmos y simulaciones de inteligencia artificial, como esta de la Comisión Europea.

Según han anunciado los científicos del proyecto, dos de los ordenadores HPC que se utilizarán son MareNostrum5 y LUMI, ubicados en España y Finlandia, respectivamente. El primero se encuentra en el Centro Nacional de Supercomputación de Barcelona (BSC) y representa la mayor inversión que ha realizado Europa en materia científica dentro de territorio español. En cuanto al segundo, a día de hoy se le considera el supercomputador más potente de Europa, gracias a la presencia de 362.496 núcleos de procesamiento. 

Se usarán ordenadores capaces de generar casi 2.000 terabytes de datos

El trabajo conjunto de estos y otros ordenadores de alto rendimiento genera casi 2.000 terabytes de datos. Esto, según ha explicado a El Diario.es el director del Departamento de Ciencias de la Tierra del BSC, Francisco Doblas-Reyes, supone una capacidad de procesamiento 500 veces mayor que la de los mejores modelos climáticos que existen hoy en día.

No te emociones: Destination Earth aún no está listo para funcionar…

Si últimamente se está empezando a hablar tanto de Destination Earth es porque acaba de terminar su primera fase de pruebas. Con esta se ha demostrado durante dos años que la idea es viable y que los algoritmos funcionan. Además, se ha creado la infraestructura que será necesaria para poner en marcha el gemelo digital.

En la siguiente fase, que también durará dos años, se pretende mostrar al público cuáles serán las funciones de la simulación. Además, se desarrollarán las aplicaciones necesarias para que los usuarios puedan utilizarlo.

Después, en 2027, se integrarán gemelos digitales adicionales al que se ha ido desarrollado desde un principio. Llegados a este punto, todo estará listo para poner en marcha el proyecto de forma definitiva en 2030. 

Cabe destacar que los algoritmos podrían ser usados por todo tipo de público. Lo utilizarán desde gobiernos e instituciones públicas hasta empresas privadas, pasando por usuarios individuales. Se podrán comprobar las consecuencias de una acción determinada, como la instalación de una nueva fábrica o de una plataforma solar en un punto geográfico concreto. Además, a nivel más individual, alguien podría estudiar cuál es la mejor ciudad para comprar una casa. Teniendo en cuenta los efectos que tendrá el cambio climático sobre los lugares seleccionados, habrá unas ciudades más favorables que otras.

Para facilitar todo esto, habrá un foro dedicado al intercambio, llamado DestinE User eXchange. Este facilitará discusiones detalladas de los usuarios de políticas tanto a nivel nacional como de la Unión Europea. Dichas discusiones deben centrarse en el potencial de aplicación, los requisitos y las posibles lagunas de los servicios de Destination Earth.

… pero ya puedes ver los primeros resultados

Dentro de la primera fase de investigación, se han desarrollado algunos vídeos en los que se puede ver un pequeño ejemplo de lo que será capaz de hacer Destination Earth con su gemelo digital. 

A través de datos como la combinación de las temperaturas superficiales del planeta, el viento o la presión atmosférica, se puede hacer predicciones sobre cuál será la situación de la Tierra en 2030. Hasta ahora, ningún modelo ha sido capaz de hacerlo teniendo en cuenta tantos detalles. Y este es solo el principio.

Los científicos han señalado que el gemelo digital de la Tierra incluirá desde grandes borrascas hasta pequeños remolinos. Cualquier fenómeno meteorológico que pueda afectar al clima del planeta se analizará en conjunto con el resto. 

En resumen

Gracias al gemelo digital de Destination Earth se podrá predecir el impacto socioeconómico de distintas actividades. También será posible analizar cómo afectarán al propio clima esas actividades. Incluso se espera anticipar los desastres ambientales, de manera que se puedan tomar medidas para salvar la mayor cantidad posible de vidas. 

Además, es muy importante destacar que todo irá cambiando a tiempo real. A medida que se tomen medidas a nivel global, los usuarios podrán ver cómo sus decisiones también se ven afectadas para mejor o para peor.

Puede parecer propio de Black Mirror, pero todos estos avances están a la vuelta de la esquina. Solo queda saber si, como usuarios, haremos caso a los consejos de ese asistente virtual que poco a poco se convertirá en la voz de nuestra conciencia. Contra eso, la ciencia puede hacer poco. Es nuestra propia concienciación la que debe empujarnos a actuar como es debido para que, en un futuro, tengamos un planeta en el que seguir disfrutando de lo que nos pueden ofrecer las nuevas tecnologías.