¿Qué es el hidrógeno verde? una oportunidad para España
¿Qué pensarías si lees que España tiene un potencial clarísimo para liderar el hidrógeno verde, pero la lentitud administrativa nos está frenando? te explicamos todo

Índice del artículo:
¿Qué es el hidrógeno verde? La promesa energética que podría transformar España

El hidrógeno verde es hidrógeno producido mediante electrólisis del agua usando energía 100 % renovable, sin emisiones de carbono, que podría convertir a España en potencia energética mundial aprovechando su liderazgo solar y eólico, aunque enfrenta desafíos técnicos y económicos significativos antes de ser masivamente viable.
España tiene ante sí una oportunidad histórica única. Con recursos solares y eólicos entre los mejores del mundo, nuestro país podría liderar la revolución del hidrógeno verde y convertirse en el «proveedor energético limpio» de Europa. Sin embargo, entre la promesa y la realidad hay una brecha tecnológica y económica que debemos analizar con honestidad y detalle.
Si analizamos políticas de sostenibilidad y ODS, el hidrógeno verde representa una de las pocas tecnologías que realmente podría cumplir múltiples objetivos simultáneamente:
- Descarbonización
- Independencia energética
- Oportunidad industrial
Cuando se evalúa su potencial, lo primero que llama la atención es su capacidad de poder usar energías renovables intermitentes de forma útil. La pregunta clave no es si el hidrógeno verde funcionará, sino ¿cuándo será competitivo económicamente? y si ¿España sabrá aprovechar esta ventana de oportunidad antes de que otros países nos adelanten?.
¿Qué es exactamente el hidrógeno verde y en qué se diferencia del convencional?
Se generan de 9 a 10 toneladas de CO2 por tonelada de hidrógeno que se produce
El hidrógeno verde se produce exclusivamente mediante electrólisis del agua utilizando electricidad de fuentes renovables, eliminando completamente las emisiones de CO2, mientras que el hidrógeno convencional se obtiene principalmente del gas natural, generando de 9 a 10 toneladas de CO2 por tonelada de hidrógeno que se produce.
¿Por qué se le llama hidrógeno verde?
Cuando hablamos de los «colores del hidrógeno», no nos referimos literalmente a su apariencia —el hidrógeno es un gas incoloro—, sino a una clasificación utilizada para organizar los diferentes métodos de producción del hidrógeno según su impacto ambiental y la fuente energética que se emplea. Esta codificación por colores permite entender de forma sencilla cómo de sostenible es cada tipo de hidrógeno, desde el más contaminante hasta el más limpio. Cada «color» representa una combinación distinta de procesos industriales, costes económicos y niveles de emisiones de carbono, lo que influye directamente en su aplicación actual y su potencial a futuro dentro de la transición energética.
Hay muchos más pero para que te hagas una idea y puedas comparar, te mostramos 3 de ellos, el hidrógeno gris, el hidrógeno azul y el hidrógeno verde.
Tipo de Hidrógeno | Origen | Emisiones (CO₂) | Coste por kg (€) | Uso / Ventaja destacada |
---|---|---|---|---|
Hidrógeno gris | Reformado de gas natural con vapor | 9–10 t CO₂ / t H₂ | 1,50–2,50 | Industria química, refinado de petróleo |
Hidrógeno azul | Reformado de gas natural + captura de carbono | 1–2 t CO₂ / t H₂ (≈85% menos) | 2,50–4,00 | Aprovecha infraestructura existente |
Hidrógeno verde | Electrólisis con electricidad 100% renovable | Cero emisiones directas | 4,50–8,00 (actual) | Coste objetivo 2030: 2,00–3,00 €/kg |
El hidrógeno verde es como aprender a hacer paella sin sazonadores o caldos precocinados, cuesta más al principio, pero una vez que dominas la técnica y tienes las herramientas adecuadas, el resultado es incomparablemente más bueno y saludable para todos.

¿Cómo es el proceso de producción de hidrógeno verde?
Este proceso se llama «electrólisis», la electrólisis divide las moléculas de agua (H2O) en hidrógeno (H2) y oxígeno (O2) mediante corriente eléctrica. Para que este proceso de transformación sea considerado «verde», la electricidad usada en todo momento ha de provenir exclusivamente de fuentes renovables como energía solar, energía eólica, hidroeléctrica o geotérmica.
Datos técnicos clave:
- Consumo de agua: 9 litros de agua pura por kg de hidrógeno verde
- Consumo eléctrico: 50-55 kWh por kg de hidrógeno (electrolizadores actuales)
- Eficiencia del proceso: 70-80 % (el resto se pierde como calor)
- Pureza obtenida: 99,9 % (apto para celdas de combustible)
¿Cómo se produce el hidrógeno verde en la práctica y qué infraestructura necesita?
La producción de hidrógeno verde no es un proceso aislado, sino el resultado de una cadena tecnológica bien coordinada.
Para que funcione, se necesitan tres elementos esenciales:
- Energía eléctrica renovable
- Electrolizadores eficientes y sistemas que permitan purificar
- Almacenar y distribuir el hidrógeno de forma segura
Todo esto implica una inversión inicial considerable, que suele oscilar entre 2 y 4 millones de euros por cada megavatio de capacidad instalada. A continuación, te explicamos cómo es posible producir este tipo de hidrógeno.
Fase 1: Generación eléctrica renovable
Para que sea hidrógeno verde, el primer paso consiste en obtener energía limpia, aquí es donde entran en juego los parques de energía solare fotovoltaico y los aerogeneradores eólicos. Estas instalaciones pueden estar conectadas directamente a la planta de producción de hidrógeno —lo que se conoce como conexión dedicada— o a través de la red eléctrica general.
Dado que tanto el sol como el viento son fuentes intermitentes, es necesario gestionar los momentos en los que no hay producción (por ejemplo, de noche o en días sin viento). Para ello, se utilizan sistemas de almacenamiento temporal, como baterías, que permiten garantizar un suministro eléctrico continuo. La eficiencia de esta fase depende del tipo de fuente:
- La energía solar suele tener un factor de capacidad del 30 al 40 %
- La eólica alcanza entre el 40 y el 50 %
Fase 2: Electrólisis del agua
Una vez obtenida la electricidad renovable, es utilizada para separar el agua (H₂O) en hidrógeno (H₂) y oxígeno (O₂), este proceso se denomina electrólisis.
Existen varios tipos de electrolizadores:
- Los alcalinos, que son más económicos
- Los de membrana de intercambio de protones (PEM), que ofrecen mayor eficiencia y flexibilidad
- Los de óxidos sólidos (SOEC), que trabajan a altas temperaturas y aún están en desarrollo comercial
Para que la electrólisis sea efectiva, se necesita agua desmineralizada o destilada, ya que las impurezas pueden dañar los electrodos. Según la tecnología empleada, el proceso se realiza a temperaturas de entre 50 y 80 °C y a presiones que pueden variar de 1 a 30 bar.
Fase 3: Purificación y acondicionamiento
Después de la electrólisis, el hidrógeno obtenido no está completamente limpio, no podemos llamarlo aún hidrógeno verde porque contiene vapor de agua y restos de oxígeno que deben ser eliminados mediante procesos de purificación. También se comprime el gas para facilitar su almacenamiento, normalmente entre 200 y 700 bar, dependiendo del uso previsto.
Para que el hidrógeno pueda ser utilizado en vehículos de pila de combustible, debe alcanzar una pureza mínima del 99,95 %
Para que el hidrógeno se considere verde y pueda ser utilizado, por ejemplo, en vehículos de pila de combustible, debe alcanzar una pureza mínima del 99,95 %. Por eso, en esta etapa se realizan controles de calidad constantes para verificar la composición del gas y asegurar que no contenga humedad ni impurezas.
Fase 4: Almacenamiento y distribución del hidrógeno verde
El último paso es almacenar el hidrógeno verde y llevarlo hasta los puntos donde se va a utilizar. Puede almacenarse en tanques a alta presión o en forma líquida mediante un proceso de licuefacción a temperaturas criogénicas. Esta elección depende del volumen, el destino y los requerimientos de uso.
Hemos analizado múltiples proyectos piloto de hidrógeno verde en España, y hemos de decir que la infraestructura de producción actual, transporte y almacenamiento sigue siendo prohibitivamente cara.
Desde una perspectiva técnica, preocupa especialmente los retos de seguridad del almacenamiento a alta presión y las pérdidas de eficiencia energética comparado con otras alternativas.
Desafíos técnicos actuales para lograr hidrógeno verde
Intermitencia de las energías renovables
Los electrolizadores funcionan mejor con suministro eléctrico constante, pero la energía solar y la eólica son variables, dependen de si es día o noche o si hace viento. Algunas soluciones a este problema puede ser la hibridación de fuentes de energía, el almacenamiento de gran capacidad o la conexión a redes constantes de energía renovable.
Eficiencia energética
Solo 70-80 % de la electricidad que se usa durante el proceso de transformación se convierte en hidrógeno verde, el resto se pierde como calor. Existen investigaciones en fase inicial para conseguir recuperar la pérdida de calor y poder usarla en otros procesos.
Degradación de los equipos
Los electrolizadores pierden eficiencia con el tiempo. El objetivo que se persigue es conseguir llegar hasta las 80.000 horas de operación antes de reemplazar los equipos.
¿Cómo se compara el hidrógeno verde con otros combustibles en términos reales?
En comparación con combustibles tradicionales, el hidrógeno verde actualmente cuesta 3-4 veces más por kilómetro recorrido que la gasolina, pero ofrece cero emisiones directas y mayor eficiencia energética que los motores de combustión, con proyección de paridad de costes hacia 2030-2035.
Tabla comparativa exhaustiva de combustibles
Combustible | Coste por kg/litro | Energía por kg/litro | Autonomía 100km | Emisiones CO2/km | Tiempo repostaje | Infraestructura actual |
Gasolina | 1,45€/litro | 44 MJ/kg | 7-8 litros | 180-200g | 3-5 minutos | ✅ Universal |
Gasóleo | 1,35€/litro | 45 MJ/kg | 6-7 litros | 160-180g | 3-5 minutos | ✅ Universal |
Gas natural | 1,20€/kg | 50 MJ/kg | 4-5 kg | 120-140g | 3-5 minutos | ⚠️ Limitada |
Electricidad | 0,25€/kWh | 3,6 MJ/kWh | 15-20 kWh | 0-80g* | 30-60 minutos | ⚠️ Creciendo |
Hidrógeno verde | 6,50€/kg | 120 MJ/kg | 1 kg | 0g | 3-5 minutos | ❌ Muy limitada |
Hidrógeno gris | 2,00€/kg | 120 MJ/kg | 1 kg | 300g** | 3-5 minutos | ❌ Muy limitada |
*Emisiones electricidad dependen del mix energético (0g renovables, 400g+ carbón) **Emisiones indirectas por proceso de producción – Información recopilada de varias fuentes
Actualmente un depósito de hidrógeno necesita 6 veces más volumen que gasolina para la misma energía, pero los vehículos de hidrógeno son 2,5 veces más eficientes, resultando en depósitos 2,4 veces más grandes.
Elegir entre hidrógeno verde y combustibles fósiles es como decidir entre un smartphone y un teléfono fijo, el fijo es más barato y la infraestructura ya existe, pero sabes que el futuro va por otro lado y quien no se suba al tren se queda en el andén.
Ventajas competitivas del hidrógeno verde
Frente a combustibles fósiles:
- Cero emisiones directas: No produce CO2, NOx, partículas ni ruido
- Abundancia materia prima: El agua es infinitamente renovable
- Independencia geopolítica: Producción local vs importación petróleo/gas
Frente a vehículos eléctricos:
- Tiempo de repostaje: 3-5 minutos vs 30-60 minutos carga rápida
- Autonomía: 500-700 km vs 300-500 km (vehículos comparables)
- Peso: Tanques hidrógeno más ligeros que baterías equivalentes
- Temperatura: Funciona normalmente en frío extremo (las baterías eléctricas pierden 30-50 % autonomía)
Principales desventajas actualmente
Económicas:
- Coste producción: 3-4 veces superior a combustibles fósiles
- Inversión infraestructura: 150.000-500.000 € por hidrogenera vs 50.000 € punto carga eléctrica
- Coste vehículos: 60.000-80.000 € vs 25.000-40.000 € eléctricos equivalentes
Desventajas Técnicas:
- Pérdidas energéticas: 60-70 % eficiencia total vs 80 % vehículos eléctricos
- Almacenamiento: Requiere alta presión (700 bar) o criogenia (-253°C)
- Material tanques: Fibra de carbono cara vs acero convencional
Inconvenientes de Logística:
- Infraestructura inexistente: Solo 200 hidrogeneras en toda Europa vs 300.000 puntos carga eléctrica
- Transporte complejo: Camiones especializados vs distribución eléctrica por cables
- Mantenimiento especializado: Técnicos formados específicamente vs mecánicos tradicionales
¿Puede España convertirse en potencia mundial del hidrógeno verde?
España tiene el potencial técnico para producir hidrógeno verde a costes competitivos gracias a sus excepcionales recursos solar y eólico, pero requiere inversión coordinada de 60.000-80.000 millones de euros hasta 2030 y superar resistencias burocráticas que han frenado otros proyectos renovables anteriores.
¿Cuáles son las ventajas naturales de España para liderar la producción de hidrógeno verde?
España cuenta con una combinación de factores naturales, geográficos e industriales que la sitúan en una posición privilegiada para convertirse en uno de los grandes productores de hidrógeno verde en Europa. No se trata solo de tener mucho sol o viento, sino de cómo todos estos elementos se conectan para crear un entorno altamente competitivo y sostenible.
Un país rico en sol, viento y espacio
España recibe entre un 25 % y un 111 % más irradiación solar anual por metro cuadrado que los países del norte de Europa
España es uno de los países con mayor recurso solar del continente. Mientras que en el norte de Europa se registran niveles de irradiación solar entre 900 y 1.200 kWh por metro cuadrado al año, en gran parte del territorio español esta cifra asciende a entre 1.500 y 1.900 kWh/m². Esto significa más horas de sol y, por tanto, una mayor capacidad para generar electricidad solar.
Pero el viento también juega un papel clave. En zonas como la costa atlántica o la meseta central, los parques eólicos pueden alcanzar factores de capacidad del 40 al 50 %, lo cual es muy competitivo a nivel mundial. A esto se suma la gran extensión territorial del país, más de 500.000 km², con muchas zonas de baja densidad de población, lo que facilita el desarrollo de grandes proyectos renovables sin entrar en conflicto con usos urbanos o agrícolas intensivos.
Además, los costes de generación eléctrica en España están entre los más bajos del mundo, la producción de energía solar ronda los 25-35 €/MWh de coste y la eólica los 30-40 €/MWh, lo que refuerza la competitividad del hidrógeno producido localmente.
Una ubicación estratégica entre continentes
España en una especie de puente energético entre África y Europa
Otro de los grandes puntos fuertes de España es su situación geográfica entre continentes. Por un lado, está muy cerca del norte de África, una región con un enorme potencial de generación renovable, lo que abre la puerta a futuras importaciones de electricidad limpia o incluso hidrógeno. Por otro lado, está a apenas 1.000 o 1.500 kilómetros de los principales mercados europeos, con más de 450 millones de consumidores. Esto convierte a España en una especie de puente energético entre África y Europa.
Además, su acceso al mar es clave. España cuenta con una red de puertos bien desarrollada y preparada para exportar hidrógeno o derivados como el amoníaco. Infraestructuras como las de Algeciras, Valencia o Bilbao ya se están adaptando a esta nueva realidad energética. Todo esto, acompañado de un clima estable y sin fenómenos meteorológicos extremos frecuentes, permite planificar y operar grandes instalaciones con mayor seguridad y fiabilidad.
Una industria con experiencia y músculo técnico
España no parte de cero. En España tenemos una larga trayectoria en energías renovables, con empresas líderes a nivel mundial como Iberdrola, Acciona o Repsol. También cuenta con firmas de ingeniería con experiencia en proyectos complejos, como Sener o Técnicas Reunidas, que ya están involucradas en el desarrollo de soluciones relacionadas con el hidrógeno.
En el ámbito de la investigación y la innovación, existen centros como el Centro Nacional del Hidrógeno en Puertollano y una red de universidades y laboratorios especializados que impulsan el conocimiento y la formación técnica en este campo.
Un potencial que supera a muchos de sus vecinos
Cuando se comparan los datos técnicos y económicos con los de otros países del sur de Europa —como Portugal, el sur de Francia o el sur de Italia—, España destaca de forma consistente. Tiene más recurso solar, mejor viento, mayor superficie disponible, menor coste energético y mejor infraestructura logística. Todo esto la convierte en una de las candidatas más fuertes para liderar el desarrollo del hidrógeno verde en Europa.
El Plan Nacional del Hidrógeno: ¿realismo o ilusión?
El Plan Nacional del Hidrógeno de España fija metas ambiciosas para 2030:
- Alcanzar 4 GW de capacidad instalada de electrólisis
- Movilizar casi 9.000 millones de euros en inversión
- Generar más de 220.000 empleos
- Reducir 4,8 millones de toneladas de CO₂ al año
Pero ¿es realista?
En el transporte pesado, el hidrógeno ya se perfila como una opción viable a corto plazo. Su uso en camiones de larga distancia, autobuses y trenes regionales ofrece ventajas claras frente a los eléctricos como, mayor autonomía y menor tiempo de repostaje.
Se estima una inversión de 2.500 millones de euros en infraestructuras y vehículos, con una adopción significativa prevista entre 2027 y 2030.
En la industria pesada, su aplicación es más compleja. Sectores como el acero, el cemento o la química necesitan transformar procesos y garantizar estándares de calidad. Esto eleva los costes hasta los 12.000 millones y aplaza la transición total al menos hasta 2035.
En cuanto a la exportación, España tiene una oportunidad estratégica. La UE prevé necesitar 20 millones de toneladas de hidrógeno verde al año para 2030, y España podría cubrir hasta el 25% de esa demanda. Con un precio objetivo de entre 3,50 y 4,50€/kg, competirá con países como Noruega, Marruecos o Chile.
El plan es técnicamente viable, pero su éxito dependerá del ritmo inversor, la adaptación industrial y el posicionamiento internacional.
¿Está España aprovechando realmente esta oportunidad?
Tenemos claro que España cuenta con una posición privilegiada para liderar el hidrógeno verde en Europa:
- Tenemos un un marco legal favorable
- Contamos con financiación europea (1.555 millones del Plan de Recuperación)
- Tenemos en marcha 62 proyectos tractores por valor de 3.200 millones
- Contamos con alianzas estratégicas con países como Marruecos, Chile o Australia
Sin embargo, el avance real está lastrado por cuellos de botella administrativos. La tramitación de proyectos renovables puede tardar entre 4 y 7 años, frente a los 2-3 años que logran otros países. A esto se suma una falta de coordinación entre comunidades autónomas, cada una con su propia estrategia, y un déficit de profesionales cualificados que ronda los 15.000 técnicos. Además, la inversión en I+D sigue siendo baja: solo el 0,3% del PIB, frente al 0,8% de Alemania.
El mayor problema en España para desarrollarnos como potencia productora de hidrógeno verde no es ni la tecnología ni la financiación, sino la lentitud burocrática
El mayor obstáculo no es ni la tecnología ni la financiación, sino la lentitud burocrática. Proyectos que podrían entrar en funcionamiento en 18 meses se demoran años por procesos administrativos ineficientes. Es una paradoja, España tiene sol, viento, tecnología y mercado, pero le falta velocidad. Y otros países, con menos recursos, ya le están ganando terreno. El mismo cuento de siempre cuando se trata de avanzar y crecer económicamente.
¿Es viable el hidrógeno verde a corto plazo o seguiremos esperando décadas?
Se prevé que el hidrógeno verde alcanzará viabilidad comercial para aplicaciones específicas entre 2027-2030, pero su adopción masiva como sustituto universal de combustibles fósiles requerirá 15-20 años adicionales, dependiendo más de voluntad política y coordinación industrial que de avances tecnológicos.
Conclusión: ¿Estamos ante el combustible definitivo del futuro?
El hidrógeno verde será un componente crucial pero no único del mix energético futuro, especialmente valioso para industria pesada, transporte de larga distancia y almacenamiento estacional, mientras que para aplicaciones domésticas y vehículos ligeros la electrificación directa seguirá siendo más eficiente y económica.
La perspectiva realista a 20 años vista
El hidrógeno verde ocupará aproximadamente el 15-25 % del mix energético europeo en 2040, concentrado en sectores donde sus ventajas únicas (alta densidad energética, cero emisiones, almacenamiento largo plazo) superen sus inconvenientes económicos.
España tiene una oportunidad histórica real de convertirse en potencia energética europea, pero solo si ejecutamos con la velocidad y coordinación que han demostrado países como Dinamarca o Corea del Sur en sectores energéticos emergentes.
Los próximos 5 años serán decisivos
Desde mi perspectiva de análisis de políticas energéticas sostenibles, diría que el hidrógeno verde está en una fase avanzada de investigación y desarrollo de pilotos comerciales, pero aún relativamente inicial en cuanto a implementación masiva. No es una utopía inalcanzable, pero tampoco una solución inmediata totalmente madura.
Lo que sí sabemos con certeza es que el hidrógeno verde será una pieza crucial para la descarbonización. La ciencia y la ingeniería están avanzando rápidamente, los costes están bajando de forma constante y la demanda política y social está consolidada.
La pregunta no es si el hidrógeno verde funcionará, sino si España sabrá aprovechar su ventaja competitiva natural antes de que otros países nos adelanten. Tenemos la materia prima (sol y viento), la tecnología (empresas líderes mundiales) y el mercado (Europa necesita importar energía limpia). Solo falta la velocidad de ejecución.
En definitiva, el hidrógeno verde es una apuesta estratégica inteligente para España, pero requiere visión a largo plazo, inversión sostenida y, sobre todo, agilidad administrativa para convertir nuestro potencial teórico en liderazgo industrial real.